Si existe un lugar donde el
aceite de oliva se siente cómodo es en la cocina, sumando sus aromas y virtudes. El aceite de oliva tiene particularidades
que lo destacan y lo convierte en un aleado de los platos más sabrosos y también de los más sanos, un compañero ancestral
que nos llena de sensaciones y sabores.
Saber utilizarlo es rescatar de el: todas sus virtudes, e incluirlo en nuestro cotidiano tiene también secretos, secretos
que se revelan mágicamente al momento de ponerse en contacto con las manos que se fusionan, alquimia de cocina de por medio,
aroma, sabores, experiencias y conocimientos.
¿Cómo utilizar el aceite de oliva en la cocina?
En crudo el aceite de oliva conserva todo el aroma y sabor de los zumos de fruta fresca, en ensaladas, salsas o aderezos
en verduras. Asimismo, rociando en pan o tostadas o inclusos sobre ahumados con aceitunas de mesa, carnes, bocadillos,
embutidos, etc.
En Rehogados y Guisos.
Siempre a fuego lento y a baja temperatura, el aceite de oliva mantiene todas sus propiedades, especialmente con legumbres y
verduras.
En las frituras y asados, el aceite de oliva es la más estable de las grasas vegetales y no produce reacciones toxicas cuando se
le somete a fritura, asado o cocción, en condiciones normales. Más bien todo lo contrario, mejora las cualidades gastronómicas
de los alimentos. Al freír, forma una capa fina y consistente alrededor del producto, que impide que absorba más aceite y permite
retener todos los jugos. El aceite de oliva fríe y no cuece, como lo hacen otros.
En ensalada, al momento de condimentar, se debe seguir este importante orden: primero la sal, después el vinagre o
el zumo de limón y por último el aceite. El aceite cubre con una capa de los ingredientes de la ensalada evitando que
los demás elementos del aliño penetren en ellos, por eso el aceite es lo último que hay que agregar.
¿Cómo conservar el aceite de oliva?
El aceite es un producto “vivo”. Para conservar su integridad y frescor debemos mantenerlo alejado del calor excesivo, del aire,
de la humedad y sobre todo de la luz. Debe conservarse preservado de la luz solar. A bajas temperaturas, puede espesarse temporalmente,
sin que esto tenga ninguna importancia. Almacenar en lugar oscuro, fresco y colocado en recipientes que cierren herméticamente.
Debe mantenerse siempre cerrado.
Hay que guardarlo lejos de lugares con olor intensos, ya que absorbe con mucha facilidad olores extraños.
Salsa de cítricos (anti colesterol)
Mezclar dos cucharadas de aceite de oliva con dos cucharadas de zumo de naranja, una cucharadita de zumo de limón y sal a gusto.
Es rica en vitamina C, e ideal para las ensaladas tropicales con frutas, pescado blanco hervido y pollo a la plancha.